La solución legal a la insolvencia: fin a una situación financiera insostenible
Ahogada por las deudas, esta vecina de Barakaldo vio cómo su tienda de alimentación dejó de ser rentable y los pagos mensuales a atender superaban los ingresos que obtenía de sus ventas. Acumular créditos con el fin evitar el cierre la llevaron a un importe imposible de devolver y a incurrir en impagos.
Esto se tradujo en constantes amenazas y demandas por parte de proveedores y bancos. La impotencia que esto le causaba propició no solo un problema económico, también de salud, algo más frecuente de lo que parece en estos casos. Fue entonces cuando, a finales de 2019 y con 69.823,50 euros de deuda, decidió solicitar ayuda a profesionales.
La emprendedora, atraída por el entonces reciente caso de un empresario bilbaíno que había sido exonerado de pagar 3.000.000 de euros, contactó con la Asociación de Ayuda al Endeudamiento, entidad que ha tramitado íntegramente el expediente que hoy es noticia.
Los abogados y economistas de la Asociación, tras analizar la situación y las causas de la insolvencia, aconsejaron a la deudora declararse insolvente y acogerse al por aquel entonces menos conocido proceso de “liberación de deudas”. Con él iba a obtener un beneficio inmediato: un respiro económico, ya que cualquier pago o proceso de embargo quedaba en suspenso hasta que se resolviese el asunto por el juez.
Posteriormente, se aseguraría uno de los dos posibles fines de este mecanismo de segundas oportunidades: un acuerdo que le rebajaría la deuda total hasta una cuantía asumible o, en caso de salir rechazado este, la exoneración del 100% de sus créditos.
El primer requisito es sin duda el más importante: debe acreditarse la buena fe de los deudores. Para ello, resulta indispensable no tener antecedentes penales económicos y proponer un plan de pagos acorde a sus ingresos a todos los acreedores. Se trata de un último esfuerzo que exige la Ley para que estos tengan la opción de cobrar algo.
En el presente caso, a pesar del esfuerzo del interesado, la respuesta a la propuesta fue negativa. En esta situación, la deudora solicitó su concurso de acreedores consecutivo.
El Juzgado conocedor de este procedimiento comprobó entonces el resto de requisitos antes de cancelar todas sus deudas, todos bien justificados: la insolvencia de la solicitante y que la cuantía global de la deuda no supere los cinco millones de euros.
Así, el pasado 1 de septiembre de 2021 fue dictada la sentencia concediendo el BEPI (Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho) ha supuesto dejar a este deudor libre de 69.839,50 euros.
Con esta sentencia los acreedores de la concursada -entre ellos Banco Sabadell, ING Bank, Bankinter o Wizink- han visto cómo sus créditos han sido cancelados. Ya no podrán reclamar ningún pago más ni incluir en ficheros de morosos a la ya ex-deudora.
Tras ello, esta ciudadana se libera una carga importante que llevaba consigo, permitiéndole comenzar su segunda etapa empresarial sin deudas que la lastren y optando a nueva financiación si su nuevo emprendimiento lo requiriera.
No es el primer caso en el que la Asociación de Ayuda al Endeudamiento exonera la totalidad de la deuda en el País Vasco. De hecho, esta deudora venía con la referencia del caso donde consiguió la liberación de 3 millones de euros a un conocido empresario de la ciudad en febrero de 2019. Hasta esta fecha, la mayor exoneración conseguida en España.
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